La UE ha concedido a Irlanda y a Portugal la prórroga del plazo para pagar los préstamos de los rescates. En la reunión del 5 de marzo, los 27 ministros de Finanzas dieron la bienvenida a los “avances realizados” para volver a los mercados.
Según el acuerdo, la troika, compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, ha fijado un nuevo calendario de vencimientos para gran parte del rescate de 40.000 millones de euros de Irlanda que tenía que reembolsarse antes de 2016. Pero para el columnista del Irish Independent David McWilliams, el trato no es otra cosa que un “pacto de caballeros” destinado a ganar tiempo. Advierte de que
la economía irlandesa puede salir del rescate sin haberse reformado y aún más débil, al contrario de lo que contemplaba el plan original. [...] la UE necesita salir victoriosa en Irlanda para probar que la estrategia de la “austeridad funciona”, pues se basa en que Irlanda consiga abandonar las ayudas el próximo año. [...] El paquete de la deuda se ha reestructurado para evitar un impago mayor, pero la economía no solo es frágil, sino también menos capaz de afrontar los retos de la globalización.
En cierto sentido, esto puede ser la peor de las soluciones posibles, una victoria ficticia basada en aplazar el problema de la deuda y pasárselo a las próximas generaciones.