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Tras las reacciones provocadas por la decisión del Eurogrupo de poner un impuesto a los depósitos bancarios en Chipre, a cambio de un plan de ayuda de 10.000 millones de euros, el Gobierno está buscando una solución que penalice menos a los ahorradores.
Sus socios de la zona euro han manifestado que están preparados para abordar otras soluciones, y principalmente la de no tocar los depósitos inferiores a 100.000 euros, siempre y cuando Chipre asegure su contribución por 5.800 millones de euros en el plan de ajuste.
El Parlamento chipriota votará este martes sobres las medidas adoptadas el 16 de marzo en Bruselas, mientras que el cierre de los bancos ha sido prolongada hasta el 21 de marzo para evitar la retirada masiva de fondos.
