“La muerte no cambia la táctica sueca” en Afganistán, indica el Svenska Dagbladettras el fallecimiento, el 16 de octubre, del quinto soldado sueco desde 2001. Sin embargo, en Estocolmo, este acontecimiento es “una llamada a la unidad nacional” en el Parlamento, opina el diario. Porque en Suecia, la decisión de enviar soldados a un conflicto en el extranjero siempre se ha tomado por consenso entre los socialdemócratas y los partidos conservador y del centro. Pero hoy, por primera vez, el Parlamento está dividido. El gobierno quiere prolongar el mandato de los 500 soldados desplegados en Afganistán, mientras que los socialdemócratas y los Verdes exigen su retirada. Y la entrada en el Parlamento del partido de ultraderecha, Demócratas de Suecia, cuya postura puede pesar en la decisión, complica todavía más la situación.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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