"Un verdadero ataque en curso contra el corazón de la Unión Europea", escribe Christian Rocca, director de IL, el suplemento cultural de Sole 24 Ore:
Un ataque lanzado desde el interior del continente: una reacción endógena a la crisis económica. Europa se ha convertido en nuestro propio enemigo, la responsable de todos los males nacionales, el objetivo de todas las quejas corporativas. Pero no siempre ha sido así. Hasta hace veinte años, Europa era el sueño, la esperanza, la apuesta por un nuevo comienzo: la liberación pacífica de los países del Este, la reunificación alemana, la abolición de las fronteras, la libre circulación de las ideas y de las personas, Erasmus. Ahora, no queda más que la Champions League para recordarnos que somos todavía una Unión. En lo demás, bienvenido a Euroland, la árida tierra del euro, una unión monetaria donde las palabras más horribles que puede oír un europeo son: "Hola, soy de la UE y estoy aquí para ayudarte".
Y para ilustrar "los evidentes desgarrones" que han aparecido en los últimos años en la bandera de la Unión, IL apela a cuatro intelectuales europeos: el historiador Niall Ferguson, el excomisario europeo Peter Mandelson, el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit y el patrón del diario alemán Die Zeit Josef Joffe, para explicar por qué, según Rocca,
la amenaza más importante que pesa sobre el proyecto europeo es la perdida de legitimidad del espíritu europeo, su débil credibilidad […]. Y ahora no será suficiente con gritar, como habitualmente, "más Europa, hace falta más Europa", para salir de esta.