El 4 de junio el Tribunal Supremo de Rumanía condenó a Gigi Becali a 3 años de prisión por corrupción.
Se considera que el diputado (del Partido Nacional Liberal, en el poder) y propietario del club de fútbol Steaua de Bucarest es culpable de haber pagado 1,7 millones de euros por amañar un partido entre dos equipos de Cluj, para favorecer al Steaua. La Dirección Nacional Anti-Corrupción quiere que “la cantidad en cuestión sea confiscada y entregada al Estado”, señala Jurnalul national.
Becali, que ya había sido condenado por corrupción en abril/mayo, asegura que esta:
condena perjudica al país, porque el Steaua Bucarest puede quedar excluido de la Champions League.