Clément Méric, un militante antifascista de 18 años, murió el 6 de junio, tras ser agredido violentamente en la víspera por un grupo de skinheads en París.
Siete personas que pertenecen a grupúsculos de extrema derecha han sido detenidas. El asesinato ha sido condenado por todas las fuerzas políticas, y han tenido lugar manifestaciones en el mismo sentido en varias ciudades francesas.
Para Libération, el hecho "culmina la escalada de violencias de las manifestaciones anti-matrimonio para todos". El diario de izquierda explica que :
la extrema derecha más acérrima y residual ha vuelto a la calle, descubriendo un espacio de expresión, a veces de implícita legitimación y un escenario para dar rienda suelta a su acción. Y allí vuelve a la palestra, puesto que desde hace años navegaba fuera del radar, una franja que se sitúa a la extrema derecha de la extrema derecha institucionalizada.