Cerca de dos semanas después del comienzo de las manifestaciones contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan, miles de personas han seguido ocupando durante el fin de semana la plaza Taksim, en Estambul. También se han convocado manifestaciones en Ankara y Esmirna.
Durante este tiempo, el primer ministro ha multiplicado las reuniones con sus partidarios, para manifestar que su paciencia "tiene límites" y ha retado a sus adversarios a que le batan en las elecciones municipales de marzo de 2014.
Esta actitud tiende más "a echar leña al fuego que a extinguirlo", considera Radikal :
la movilización de las masas en contra de los manifestantes, las provocaciones y los chantajes, las amenazas a la élite burguesa laica, así como emplear la mano dura contra los opositores, incluso llegando a recurrir al argumento religioso […] es tomar una senda peligrosa.