Alpine, la segunda mayor constructora del país, filial del grupo español FCC, ha presentado su balance el 19 de junio y solicitado concurso de acreedores.
Víctima de la crisis y de la difícil coyuntura en Europa Oriental, puesto que Alpine está muy presenta en Polonia y Rumanía, la sociedad había acumulado un pasivo de 2.560 millones de euros: se trata, recuerda Der Standard, de la más importante quiebra de la posguerra.
La mayoría del grupo, que cuenta con 15.000 empleados, deberá ser cerrado o vendido. Sola la parte austriaca sobrevivirá, lo que permitirá salvar 4.600 empleos en Austria.
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