Varios centenares de personas se manifestaron el 26 de junio ante el Parlamento en Sofía, impidiendo el acceso de los diputados y pidiendo la dimisión del primer ministro Plamen Orecharski, contestado desde mediados de junio por su proximidad excesiva con el medio búlgaro de negocios.
Apoyado por el Partido Socialista y el Movimiento para los derechos y las Libertades (MDL), que representa los intereses de la comunidad musulmana, su Gobierno también necesita los votos de los diputados del partido xenófobo y ultranacionalista Ataka para tener la mayoría. Pero hasta el 27 de junio, estos últimos habían decidido boicotear las sesiones del Parlamento, haciendo imposible nominación alguna por el nuevo Gobierno.
"Ahora es Volen Siderov quien dicta las condiciones", explica Kapital Daily en referencia al líder de Ataka.
El 27 de junio, bajo los silbidos de los manifestantes, este último decidió finalmente acceder al Parlamento, que ha podido así proceder a la nominación de dos vice-primer ministros.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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