“La mayor campaña de lobby que se recuerda en Bruselas” la lleva a cabo la administración norteamericana y las “grandes firmas estadounidenses (Google, Microsoft, Facebook, etcétera)” que “maniobran para que la norma europea no cercene su principal negocio: nutrirse de los datos de quienes navegan y explotarlos con fines comerciales”, publica El País.
Según el diario español, Estados Unidos ha organizado reuniones, comidas y jornadas para transmitir su postura ante el borrador sobre la política comunitaria que lleva gestándose desde diciembre de 2011. A pesar de ser un proyecto “prioritario, corre el riesgo de no ver la luz en esta legislatura europea”, sentencia El País.
Otras maneras de influir sobre el texto, al igual que el reciente escándalo sobre las escuchas a las que Estados Unidos somete a sus socios, subrayan lo que el eurodiputado Jan Philipp Albrecht ya había expuesto, la ingente presión que reciben todos los eslabones de Bruselas para que la Unión Europea rebaje su grado de protección sobre la privacidad y los datos personales.