El contingente danés desplegado en Afganistán inició su retirada el 22 de julio. A partir del 1 de agosto, únicamente permanecerán 300 de los 650 soldados que actualmente se encuentran en la provincia de Helmand para garantizar la salida de todos los militares occidentales, que se prevé que terminará para 2014.
Desde 2002, según recuerda el Berlingske, 43 soldados han muerto y 211 han resultado heridos.
Aunque, como reconoce el diario, es difícil esquivar la pregunta: ¿vale este esfuerzo el precio que se ha pagado? Resulta imposible responderla:
43 daneses no han muerto en vano... No podemos ignorar la guerra y el terrorismo y no ofrecer ayuda humanitaria una vez que se instaura la paz. [...] Hemos demostrado que nos atrevemos y podemos estar presentes junto a los mejores cuando es necesario luchar contra la injusticia. Los soldados daneses merecen que se les agradezca todo eso.