Los manifestantes anti-gubernamentales búlgaros han inaugurado una nueva técnica de presión sobre el Gobierno: pedir la dimisión de los ministros directamente ante sus domicilios.
La idea, explica Pressa germinó el 27 de julio, cuando manifestantes decidieron acudir al domicilio del ministro de Interior, Tsvetlin Yovtchev, para pedirle “sal, leche y aceite”, como “¡buenos vecinos!”. Pero la policía les impidió el acceso. El ministro de Economía, Pétar Tchobanov, por su parte, fue rodeado por los manifestantes en un restaurante a la moda en Sofía, que le preguntaron por qué el Gobierno se negaba a dimitir.
Los manifestantes han probado otra técnica, añade el diario. Inundan a los políticos con textos irónicos como:“Camaradas, Orecharski [el primer ministro búlgaro] ha dimitido. ¡Ya os había dicho que no había que abandonar Sofía!".
Tags
Apoya el periodismo europeo independiente
La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!