Durante los últimos tres años, Estados Unidos ha pagado 100 millones de libras (114 millones de euros) para tener acceso e influenciar la orientación de los servicios secretos de Reino Unido,(Government Communications Headquarters,GCHQ), plasma The Guardian en su portada.
Las pruebas,que forman parte de los documentos filtrados por Edward Snowden, el exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos, “aumentarán las sospechas sobre la influencia que Washington tiene en la agencia de inteligencia más grande y más importante del Reino Unido”, escribe el diario.
Los documentos muestran también cómo el GCHQ está financiando la recogida de información personal proveniente de los teléfonos móviles y de las aplicaciones para dichos dispositivos.