“Es el momento para Europa de cargar al hombro con sus propios problemas”, escribe Financial Times en un editorial que sigue a la publicación de un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) del 31 de julio, que advierte que Grecia hará frente al déficit financiero después de julio de 2014 y de que el Fondo no cumplirá su compromiso de contribuir en el paquete de ayudas programado para noviembre y diciembre de este año.
El FMI participó en el rescate no por motivos financieros, sino debido a su “experiencia y capacidad demostrada para disciplinar a los destinatarios de su crédito” en caso de no cumplir con las promesas de austeridad, escribe Financial Times. De todas formas, la UE y el FMI se han esforzado para trabajar juntos y el resultado ha sido una falta de enfoque sobre cómo solucionar los problemas financieros, prosigue el diario, añadiendo que los “el creciente malestar de las potencias emergentes sobre la exposición del FMI” está empeorando las cosas.
El periódico continúa:
Grecia, el resto de la eurozona, y el FMI estarían mejor si la incertidumbre desapareciera de una vez por todas. Europa puede lograrlo mediante la compra de la totalidad del fondo: en primer lugar, haciéndose cargo de la parte del FMI en futuros desembolsos, luego, gradualmente, haciéndose cargo de su exposición a la deuda. Si los líderes de la zona euro que afirman que el programa está funcionando fueran tomados al pie de la letra, esto no expondría a sus contribuyentes a nuevos riesgos. Eso por sí solo no va a arreglar las cosas. [...] Sin embargo, liberar al FMI de su debilitado matrimonio con Europa haría más fácil poder decir la verdad sobre cómo ve la situación, y sería más difícil para la eurozona ignorar sus propias políticas fracasadas.