El gobernador del Banco de Inglaterra), Mark Carney, anunció que por primera vez en la historia, el banco central dirigirá su política económica hacia una reducción de los niveles de desempleo.
Se comprometió a que los tipos de interés se mantendrán en el 0,5% hasta que la tasa de desempleo caiga al 7%, algo que no parece probable hasta 2016, en un intento para tranquilizar al sector empresarial con la certeza de que el endeudamiento se mantendrá barato al menos durante tres años más. Está previsto que la medida anime a las empresas a invertir y promueva el crecimiento económico y la creación de empleo.
La nueva medida contrasta con la postura del predecesor de Carney, Lord King, quien rechazó ofrecer orientación alguna en la futura senda de las políticas de tipos de interés, escribe The Independent.