Para asegurar su futuro, Portugal tendrá que firmar un nuevo acuerdo de ayuda financiera con la Comisión Europea y el Banco Central Europeo en junio de 2014, cuando su actual acuerdo con la troika de acreedores internacionales (FMI-BCE-UE) llegue a su fin.
Diário de Notícias escribe que el diferente grado de severidad o suavidad de las condiciones del nuevo plan dependerán del estado de la economía del país y de su nivel de estabilidad política”, pero las condiciones probablemente sean más suaves para Irlanda, debido a su escenario de recuperación económica y estructura política estable.
En el caso de Portugal, este segundo programa ya no parece ser una medida de precaución, sino una necesidad.