Las dudas de Angela Merkel sobre la cuestión de una intervención militar en Siria se convierten en un tema de la campaña para las legislativas alemanas del 22 de septiembre.
El 6 de septiembre, durante el G20 de San Petersburgo, la canciller rechazó firmar con diez de sus homólogos una resolución demandando “una respuesta internacional fuerte” a los ataques químicos atribuidos al régimen de Bachar El-Assad. Finalmente firmó el documento al día siguiente en Vilna, durante la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
A dos semanas del escrutinio, los socialdemócratas “han reprochado un fracaso diplomático al Gobierno alemán”, apunta el Berliner Zeitung.
El SPD acusa a Merkel “de haber dudado por razones tácticas durante la campaña electoral” y de “haber escogido una vez más una posición al margen”, como en 2011 cuando Alemania se abstuvo a votar sobre una intervención militar en Libia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
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