El 11 de septiembre, con ocasión de la Diada, el día de Cataluña, varios centenares de miles de personas participaron en la Vía Catalana, una cadena humana a lo largo de 400 kilómetros desde la frontera francesa hasta el límite con la Comunidad Valenciana.
Una movilización, organizada por asociaciones civiles independentistas, que “exige a [Artur] Mas la consulta en 2014” para pronunciarse sobre la hipotética la independencia de la región, escribe El Periódico.
El diario catalán [considera] que esta manifestación constituye una:
cívica exhibición de firmeza [para un referéndum] que concita un mayoritario apoyo social, pero que debe gozar también de todas las garantías legales. Es decir, tiene que ser fruto de un pacto [...] con el Estado.