El ministro polaco de Asuntos Exteriores ha lanzado una nueva ofensiva contra la prensa extranjera que utiliza términos como “campos de concentración polacos” o “campos de la muerte polacos” para describir los campos nazis que funcionaron en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial.
Las autoridades polacas defienden que estas “mentiras históricas” constituyen una “memoria defectuosa" y quieren que esta expresión sea utilizada cuando se discuta sobre el asunto en el “debate público en Polonia y fuera, especialmente en Alemania” escribe Rzeczpospolita.
Solamente el pasado año, los diplomáticos polacos intervinieron en 120 ocasiones para pedir correcciones a los periódicos. El diario indica en su editorial que
Polonia debe tener un política histórica firme no solamente porque los periodistas en el otro lado del mundo deben saber que los polacos no montaron los campos de concentración, sino también para calificar las políticas de nuestros vecinos a la hora de describir su pasado.