El representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Grecia, Poul Thomsen, echó un jarro de agua fría el 16 de octubre, exigiendo del Gobierno griego 2.000 millones de euros de ahorro adicional en 2014.
Poul Thomsen “juega el papel de duro”, afirma Ta Nea, subrayando que
este chantaje de nuevas medidas podría retrasar el nuevo ciclo de negociaciones con la troika FMI-UE-BCE para el desbloqueo del próximo paquete de 1000 millones de euros, que podría no comenzar hasta principios de noviembre.
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