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El presidente rumano Traian Basescu ha hecho saber al Fondo Monetario Internacional (FMI), el 2 de diciembre, que se niega a firmar el aumento de 7 céntimos por litro del impuesto sobre carburantes exigido por la institución internacional.
Según el, este aumento, que es una de las condiciones para que el FMI lleve a cabo un préstamo para el período 2013-2015, causará un aumento de precios y tendrá un efecto negativo para el país. Rumanía ya se ha beneficiado de préstamos del FMI, en 2009 y en 2011.
Es la “muerte programada de nuestro acuerdo con el FMI”, estima Jurnalul National. El diario de oposición al presidente teme ”el deterioro inmediato de los tipos de cambio y el aumento del coste de los préstamos externos. El presidente aumenta el riesgo para el país”.
