"Shell apoyó una reunión de rebeldes", titula NRC Handelsblad, que cita uno de los motivos por los que la empresa petrolera anglo-neerlandesa fue llamada ante el Parlamento el 26 de enero para dar explicaciones. En una audiencia excepcional ante una comisión mixta, Shell, además de responder a las preguntas sobre el apoyo a los movimientos rebeldes, también tuvo que explicar su implicación "en la corrupción, el crimen organizado y en las catástrofes ecológicas". Se trata de una serie de acusaciones formuladas desde 2005 y que recientemente se han reforzado por la publicación de telegramas diplomáticos estadounidenses difundidos por WikiLeaks y publicadas por NRC. Shell es el principal explotador de petróleo en Nigeria, recuerda por su parte el diario Trouw: posee 6.000 km de oleoductos, explota 90 yacimientos diferentes y posee un millar de pozos, de los que se han extraído 130.000 barriles de crudo en 2009, lo que ha provocado grandes daños ecológicos. Por su posición, Shell es el principal apoyo del que se benefician "las autoridades corruptas" nigerianas y por ello debería "poner las cartas sobre la mesa".
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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