En el momento en el que Occidente se plantea la necesidad de endurecer las sanciones contra Rusia, [acusada] accusée de apoyar a los separatistas prorrusos ucranianos sospechosos de haber abatido el vuelo MH17, Adevarul explica por qué la aplicación de medidas económicas de retorsión contra Moscú tendría sin duda alguna incidencia en la economía de la UE.
Según el diario rumano, Europa y Rusia están ligadas por un comercio bilateral que alcanza cifras astronómicas. Así, el 30% del gas que los europeos consumen proviene de Rusia, y los rusos adoran los coches alemanes y la moda italiana. Además, las inversiones occidentales en Rusia son percibidas como una garantía de que jamás habrá verdaderas sanciones.
Recientemente, los Estados Unidos anunciaron que Rusia tendrá que soportar costes suplementarios si continúa ayudando a los separatistas y si prosigue la desestabilización de Ucrania. Pero, según Adevarul,
las discusiones sobre nuevas sanciones muestran que Bruselas y Washington no pueden formar un frente común contra Moscú, sobre todo por la diferencia de posiciones en el interior de la UE.