“Rusia y Occidente están combatiendo en dos frentes”, escribe De Volkskrant.
Por un lado, la OTAN ha prometido su apoyo a Ucrania frente a las agresiones rusas. El secretario general de la organización militar, Anders Fogh Rasmussen, ha condenado durante su viaje a Kiev “la actitud belicosa de Putin” hacia Ucrania, que Rusia continúa, según su opinión, “desestabilizando”. Rasmussen ha pedido al presidente ruso que retire los 200.000 soldados que Rusia ha estacionado durante los últimos días a lo largo de la frontera con Ucrania y que “no utilice las operaciones de mantenimiento de la paz como pretexto para una manera de hacer la guerra”.
Por otro lado, el diario escribe que la recuperación económica en Europa está amenazada por la guerra comercial entre Rusia y Occidente. Así, tras las severas medidas adoptadas por Europa y por Estados Unidos, Putin anunció el 7 de agosto una serie de sanciones de retorsión: la importación de carne, pescado, productos lácteos, frutas y verduras ha sido prohibida durante un año. A este respecto, la Comisión Europea ha declarado “reservarse el derecho a tomar medidas” contra el boicot ruso, que podría extenderse a otros productos.