"Infamia de Irán", publica el diario Volkskrant en su portada, recogiendo la reacción del ministro de Asuntos Exteriores neerlandés Uri Rosenthal, tras la ejecución de Zahra Bahrami, con doble nacionalidad iraní y neerlandesa, ocurrida la noche del 28 de enero. El 31 de diciembre de 2009, Bahrami fue detenida en Irán por haber participado en una manifestación del movimiento "Verde" contra el régimen iraní. Posteriormente fue acusada de posesión de droga y de implicación en una organización monárquica. A pesar de que el gobierno de La Haya exigió explicaciones y de que Teherán, que no reconoce la doble nacionalidad, le dio respuestas tranquilizadoras durante el proceso, éste "nunca se cerró", destaca Volkskrant, para el que "el anuncio [de la ejecución de Zahra Bahrami] tuvo el efecto de una bomba. Ni siquiera su abogado estaba al corriente". Países Bajos ha congelado las relaciones diplomáticas con Irán y tendrá que tratar las posibles sanciones durante la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE el 31 de enero.
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