La nueva Comisión Europea entre en funciones el 1 de noviembre, tras las audiencias pasadas en el Parlamento Europeo. Para su presidente, es la Comisión “de la última oportunidad” frente a los desafíos planteados por la crisis económica y de confianza en la UE, informa La Croix : presentando “las condiciones para el éxito del nuevo equipo”, Jean-Claude Juncker ha afirmado que “no existe en Bruselas ni misil ni cabeza pensante cuya activación sería suficiente, ni botón ‘crecimiento’ que bastaría pulsar”. Juncker y su equipo serán juzgados por los resultados económicos de la Unión. El luxemburgués es consciente de ello:
[La] principal promesa del equipo Juncker, es la presentación, antes de Navidad, de un plan de inversiones públicas y privadas de 300.000 millones de euros en tres años para financiar proyectos en la energía, en ámbito digital, en innovación y en transportes.
Acercar a los ciudadanos a Europa, reducir la burocracia y tener una política exterior coherente serán los otros grandes objetivos del Ejecutivo europeo, indica el diario en su editorial :
La nueva Comisión tendrá desafíos considerables en el horizonte. Y el voluntarismo expresado por su presidente será necesario para sacar a Bruselas de los numerosos bloqueos en los que ha caído en los últimos años.