Hungría

No a las compras el domingo

Publicado en 30 marzo 2015 a las 22:18

Mientras que en Francia se busca ampliar el campo, en Hungría, una nueva ley que limita la apertura de tiendas el domingo entró en vigor el 15 de marzo, cuenta The Budapest Times. Votada por iniciativa del partido cristiano fundamentalista KNDP, socio minoritario de la coalición en el poder, la ley solo se aplica a los comercios que abarquen menos de 200 metros cuadrados y sean llevados de forma familiar.

Excepciones son las farmacias, las tiendas de tabaco, los mercados de agricultores y los supermercados de las bases militares, así como las tiendas de las estaciones de tren y autobús, de los aeropuertos, los cines y los restaurantes. “Prohibidas también las entregas el domingo y la apertura de los comercios durante la semana entre las diez de la noche y las seis de la mañana”, añade el periódico.

Para acabar, “la prohibición no se aplica durante los cuatro domingos que preceden a la Navidad y los comerciantes podrán abrir un domingo al año a elección suya”. En cuanto a las tiendas situadas en zonas turísticas, parece que podrán continuar abriendo, pero el Gobierno no descarta un cambio de opinión al respecto.

Hasta ahora, el medio que han adoptado los comerciantes y las cadenas de súper e hipermercados para compensar las perdidas sufridas debido a esta prohibición, ha sido el de prolongar el horario de apertura el resto de la semana. Sin embargo, para las tiendas de bricolaje y los centros comerciales, que alcanzan su mayor cifra de negocio el domingo, supone una gran perdida.

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Esto no agrada a todos, y muchos trabajadores de dichas empresas deben afrontar jornadas de trabajo de doce horas, más los correspondientes viajes de ida y vuelta. Uno de ellos cuenta, por ejemplo, que pasa su día libre básicamente limpiando, y que de repente el domingo se ha convertido en un día fastidioso. Otros trabajadores se lamentan de que la prohibición de trabajar el domingo les privará de la posibilidad de hacer horas extra, pagadas con un plus del 50% los domingos.

Esta reforma va a contracorriente de la tendencia en Europa, dice The Budapest Times, que busca la liberalización del sector de la venta al por menor. En Francia se discute al respecto, también en Alemania, Piases Bajos, Noruega y Austria, donde el cierre dominical es un dogma. En Alemania y Austria, la legislación se suaviza poco a poco y las excepciones se multiplican.

En Croacia, una prohibición parecida a la de Hungría existió desde 2009, pero fue tan confusa como la húngara, lo que generó una caída del 15% de las ventas un año después de ser introducida. La ley fue finalmente derogada por la Corte Constitucional croata, pues consideró que la medida no era necesaria en un país democrático, además de no lograr proteger a los trabajadores y limitar la competencia.

Esperando un resultado similar, los sindicatos y las asociaciones húngaras de la patronal piensan someter la ley que prohíbe trabajar el domingo a un referéndum derogatorio, basándose en un sondeo reciente que indica que la medida es rechazada por el 68% de los húngaros.

Reflejando la opinión de la mayoría de sus compatriotas, el diario Magyar Nemzet, bastante próximo al Gobierno de Orbán, considera que el cierre obligatorio de los negocios el domingo es ante todo un “atentado a la libertad”:

A los húngaros no les gusta que les impongan cosas. Puede ser porque las posibilidades actuales que se les ofrecen son bastante limitadas. No solamente para los más pobres, sino también para aquella clase media-baja. Si somos libres desde el fin del comunismo, nuestra vida queda reducida a las primeras necesidades. El jubilado austriaco se avergüenza de elegir entre el crucero por el Mediterráneo o el viaje a Praga, sin embargo, el jubilado húngaro, tiene una elección mucho más limitada: o jamón cocido o crudo.
Nuestros políticos deben saber que en una sociedad donde la libertad de elección es limitada, el nivel de tolerancia es muy bajo.

De parecida opinión es el sitio web Mandiner, que afirma que

En los Estados que más envidiamos, como Austria, Suiza, Alemania, Noruega y Suecia, el comercio dominical está sometido a fuertes restricciones. Es una antigua tradición, y las personas se han habituado. Nosotros tenemos otras tradiciones y otros hábitos. La apertura de comercios el domingo no supone ninguna impedimento en nuestras vidas y contribuye a liberalizar la actividad comercial. La prohibición, sin embargo, constituye una injerencia en nuestras vidas, además de dañar los negocios.

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