Alemania comienza a dudar sobre su participación en los planes de rescate de la zona euro. "El importe de la autorización es difícilmente previsible", titula Handelsblatt, citando un informe de expertos del Bundestag. El diario económico revela que este estudio, llevado a cabo por juristas del Parlamento alemán, advierte de los costes ocultos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MES) que debe ser puesto en funcionamiento a partir de 2013.
Este fondo de 500.000 millones de euros será financiando por los Estados, que aportarían igualmente las garantías financieras en caso de problemas de pagos de algunos Estados miembros. A través de esta garantía, apuntan los expertos, "se pone en funcionamiento un proceso al final del cual la cantidad a pagar podría ser más elevada, sin que el Parlamento pueda ejercer una ejercer ninguna influencia decisiva”, lo que para Handelsblatt pondría en peligro la estabilidad monetaria, y Alemania estaría contraviniendo su propia Constitución. Para evitar ese riesgo, revela el diario, el Tribunal de Cuentas federal estima que el Parlamento debe fijar la naturaleza y el montante de la contribución alemana al MES.