“Cameron: Gran Bretaña, fragmentada por la migración masiva”.Así titula Daily Telegraph la información sobre lo que el diario conservador califica como “el discurso más franco” del primer ministro británico sobre la cuestión. Con el argumento de que la inmigración ha generado “malestar” porque hay inmigrantes poco dispuestos a integrarse o aprender inglés, David Cameron se compromete a reducir el número de extranjeros a “decenas de miles, en lugar de cientos de miles”. El rotativo añade que el primer ministro “culpa también al estado del bienestar de haber creado una generación de británicos vagos; las cifras muestran que de los 2,5 millones de personas que se han incorporado al mercado laboral desde 1997, tres cuartas partes eran nativos de otros países”. Sin embargo, no se trata de “inmigrantes que vienen a quitarnos el trabajo”, señaló Cameron. El “problema real” es que “los inmigrantes están cubriendo puestos que han quedado vacantes a causa de un sistema de prestaciones sociales que durante años ha pagado a los británicos por no trabajar”.
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