“Sí al divorcio”, proclama en portada Times of Malta al día siguiente de la publicación de los resultados del referéndum sobre la cuestión. El 28 de mayo, el 52,6% de los electores votaron a favor de la introducción del divorcio en el archipiélago. De cultura católica y conservadora, Malta es el único país de la Unión Europea donde el divorcio continúa prohibido. La ley solamente autoriza la separación legal y la anulación del matrimonio, y el proceso para poder celebrar unas segundas nupcias es tan largo, que los malteses que desean divorciarse optan por viajar al extranjero.
“El resultado inicia una página nueva en la historia de la sociedad maltesa y en el enfoque del creciente problema que suponen los matrimonios fallidos”, afirma el editorial de Times of Malta. El diario Malta Star, por su parte, abunda en el mismo sentido: “Los electores no han votado simplemente sí al divorcio; han mostrado su alegría por entrar en la modernidad. La nueva Malta no es moralizadora y opresora; es abierta y 'cool'”. “Ahora, la atención se desplaza hacia el Parlamento y los diputados –concluye Times of Malta—, que deben asumir la tarea y la gran responsabilidad de traducir la voluntad popular en una ley que contenga los elementos principales de la cuestión planteada por el referéndum, pero sin olvidar un objetivo que suscita el consenso nacional: reforzar el matrimonio y la familia”.