"España importa un pepino", titula el diario La Razón aprovechand el juego de palabras al que se presta el nombre de la hortaliza. El eurodiputado europeo del partido UPyD (Unión, Progreso y Democracia), Francisco Sosa-Wagner, esgrimió literalmente un pepino durante el discurso que pronunció en el Parlamento Europeo y su imagen con la verdura en la mano ilustra la portada del rotativo. Pero Madrid no está para bromas al día siguiente del anuncio de la Comisión Europea que fija la ayuda económica para los agricultores europeos en 150 millones de euros. Los horticultores españoles son los principales damnificados por el hecho de que las primerassospechas tras detectarse una epidemia de E.coli en Alemania apuntaran al pepino español. La cifra establecida por la Comisión es “calderilla”, según La Razón, habida cuenta de que las pérdidas resultantes se estiman en unos 200 millones de euros semanales. El diario considera, además, que Alemania, “a la que ayer recriminó Bruselas su alarmismo e incompetencia, no debe irse de rositas del desastre”. Por otra parte, mientras que el pepino español se resiente, el rumano se aprovecha de la crisis y, “tras haber superado a la bacteria E.coli, circula libremente por Europa”, afirma el diario România Libera. El tipo de pepino “farbio”, de gran tamaño y más habitual en la UE, despierta suspicacias, pero el pequeño pepino rumano, en cambio, se vende como rosquillas en todas partes.
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