“Rory: merecemos vivir en paz” titula el Belfast Telegraph. Tras la violencia sectaria que azotó un barrio de Belfast en las noches del 21 y 22 de junio, el diario norirlandés se hace eco de las reflexiones del héroe del golf local Rory McIlroy, que acaba de ganar el US Open, y que está “entristecido por la violencia en las calles”. “La nueva sensación del golf declaró que sus compatriotas, hombres y mujeres, merecían algo mejor”, publica el Telegraph. "Es triste ver qué ha ocurrido en las últimas dos noches”, se lamenta McIlroy, añadiendo que “me consta que el 99.9% de la población no quiere que pase”. El pasado lunes, en un barrio católico de Belfast, varias casas particulares y una iglesia católica fueron atacadas por un grupo de entre doscientos y trescientos unionistas que accedieron a esa zona con cócteles molotov, piedras, palos y botes de pintura. Los disturbios se desencadenaron cuando los católicos salieron a defenderse. Se cree que el ataque fue organizado por un renegado del grupo paramilitar Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) conocido como “la Bestia del Este”. El UVF, que durante la época más cruenta de Irlanda del Norte asesinó a 481 católicos – la mayoría civiles – terminó oficialmente su campaña en 2007, entregando sus armas en 2009.
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