Para el diario El Mundo, el acuerdo bilateral cerrado entre Finlandia y Grecia sobre las garantías adicionales ofrecidas por Atenas con respecto al reembolso previsto en el segundo plan de rescate europeo, es ni más ni menos que “un ataque egoísta a la unidad de la Eurozona”. Una semana después del acuerdo entre Nicolas Sarkozy y Angela Merkel sobre las medidas para combatir la crisis de la deuda, “Finlandia ya ha torpedeado” sus avances “para instaurar una política fiscal común”.
El acuerdo entre Helsinki y Atenas ha hecho escuela, indica el periódico madrileño: a día de hoy, otros países como Austria, Eslovaquia o Eslovenia quieren imitar el ejemplo, “evidenciando fisuras en el Eurogrupo y alarmando así a los mercados”. Además de irritar a la canciller alemana, que ha criticado “la búsqueda de atajos individuales en el marco de un problema colectivo”, estas iniciativas “amenazan la fortaleza de las instituciones comunitarias”, indica El Mundo.
La crisis de la deuda de la Eurozona comenzó como una “tragedia griega” pero “sus constantes sobresaltos y la torpeza de los protagonistas implicados la devuelven al terreno de la comedia”, denuncia por su parte La Vanguardia. “Cuesta trabajo entender los motivos que llevaron al gobierno griego a abrir esta caja de Pandora, tal vez las prisas y probablemente la voluntad de aplacar el abierto rechazo que despiertan en Finlandia los rescates a los países del sur”, estima el diario barcelonés.
También los holandeses son hostiles: Trouw explica que “la garantía [griega] sigue dando dolores de cabeza”. El diario holandés cuenta que, para calmar a los parlamentarios, el ministro de Economía les ha informado de que “a día de hoy no hay ningún acuerdo jurídicamente vinculante” entre Finlandia y Grecia. “El Gobierno holandés seguirá oponiéndose a los acuerdos de garantía”, subraya Trouw, para el que, sin embargo, si algún día estos acuerdos entran en vigor, “los Países Bajos también tendrán que exigir garantías”.