Mientras que el régimen de Muamar Gadafi se derrumba, el Dagens Nyheter recuerda el ”viaje desafortunado a Libia” que realizó en octubre de 2010 Cecilia Malmström, comisaria de Interior de la UE. Entonces corrían rumores sobre campos clandestinos de refugiados en el desierto libio y la UE tenía que informarse de la situación, constata el Dagens Nyheter. Pero, continúa el diario, el acuerdo de colaboración firmado por la comisaria iba demasiado lejos, ya que "ofrecía a Libia 50 millones de euros durante un periodo de tres años para llevar a cabo reformas sobre cuestiones de asilo, inmigración y control fronterizo".
En la práctica, se trataba de convencer a Gadafi de que actuara de guardián de las fronteras de la UE, destaca el diario de Estocolmo, que prosigue: "Por desgracia, la situación era de sobra conocida: todos los dictadores del Magreb que ahora han caído habían prometido a la UE realizar reformas y fomentar los derechos humanos. A cambio de dinero y de contratos comerciales, estaban dispuestos a firmar lo que fuera".
"Es fácil ser prudente retrospectivamente", observa el diario, "pero el tratado con Gadafi ya era un escándalo cuando se firmó. Ahora, Cecilia Malmström debería aclarar qué sucedió tras este encuentro. ¿Hubo algún diálogo? ¿Dónde acabó el dinero?".