De la euforia del Mundial 98 al desafecto. En vísperas de un encuentro Francia-Rumanía, clave para la clasificación para la Copa de Europa del año próximo en Sudáfrica, L’Equipe se pregunta en su portada, si los jugadores de la selección francesa no serán acaso "insoportables", ya que las relaciones entre " los azules " y la opinión pública tienen a menudo tintes de fenómenos de sociedad. Incluso siendo el seleccionador nacional Raymond Domenech un personaje controvertido ", la responsabilidad de los jugadores (en esta situación) es evidente ", opina el periódico, que fustiga a "aquellos (jugadores) que huyen del estadio con los auriculares puestos, con gafas de sol que ocultan sus miradas y sin una palabra, ni un gesto para los aficionados". La federación de fútbol "multiplica las campañas de imagen, pero por el momento el resultado no es satisfactorio". Por otro parte, en una reciente clasificación de personajes preferidos de los franceses, " el primer futbolista era… un futbolista retirado : Zinedine Zidane. De manera que la afición francesa ama, antes que nada, a los ganadores ".
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