Mientras los transportes quedaron paralizados en varios países por los movimientos huelguistas, en España, Portugal e Italia se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden.
Para El País, que informa sobre los cientos de miles de personas que “exigen en la calle a Rajoy que rectifique”, la de ayer fue una "protesta paneuropea [...] contra el diktat de la austeridad":
En diferentes países se celebraron marchas y concentraciones, reforzadas por paros parciales en Italia y Grecia. Solo en Portugal y España tomaron la forma de huelgas generales, en una muestra de reflejo ibérico que da una impresión de acercamiento entre las situaciones sociales de los dos países. En todo caso, la protesta paneuropea supone un movimiento de solidaridad sin precedentes contra los recortes presupuestarios y los sacrificios de las poblaciones debido a los objetivos de déficit, que, a juicio de los sindicatos, constituyen causas directas de la recesión y del paro masivo en la Europa meridional. Por eso, las instituciones europeas también deben considerarse interpeladas por los que protestaban ayer. La prueba es que el responsable económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, dedicó una conferencia de prensa (no prevista) a descartar que el Gobierno español deba apretar más las tuercas a los ciudadanos en 2013.
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“Según los economistas”, señala en Roma La Repubblica, “las protestas son ante todo la prueba de que una política indiscriminada de recortes y de subidas de choque se convierte en un boomerang en lugar de generar confianza":
el aumento de los impuestos y la reducción de los gastos públicos producen menos crecimiento; un menor crecimiento se traduce en menos ingresos fiscales; el déficit aumenta y volvemos a empezar. En los dos últimos años, el empeoramiento de la crisis en Grecia ha sido el ejemplo más extremo y, al mismo tiempo, el más transparente del círculo vicioso de aplicar la austeridad a toda costa. […] Los resultados en el crecimiento comienzan a sentirse también fuera de los países tradicionalmente frágiles. Después de Países Bajos, Francia comienza a perder fuelle y, sobre todo, la sombra de la recesión roza Alemania. […] Durante la jornada de revuelta europea contra la austeridad de ayer, no se produjeron huelgas en Alemania. Ya veremos qué ocurre dentro de un año.
“La violencia contra la austeridad ha llegado a Portugal”, lamenta Público, un día después de que la huelga general acabara en enfrentamientos entre la policía y los manifestantes cerca del Parlamento en Lisboa. 48 personas resultaron heridas y se detuvo a 9. El diario señala que,
Lo que impulsa a los manifestantes, ya sea de forma violenta, pacífica, en grupo o en solitario, es la desesperación de la situación que les afecta. La disminución de los ingresos, los recortes en los servicios públicos y el desempleo siempre han sido y siguen siendo potentes elementos que encienden la revuelta social. Sin respuestas políticas, tendremos que vivir observando las imágenes de Atenas que hasta hace poco creíamos que serían imposibles en las calles de nuestras ciudades.
“La gente no quiere que el Gobierno recorte las prestaciones sociales, ni que reduzca los sueldos de los funcionarios ni que aumente los impuestos”, escribe Gazeta Wyborcza. Pero el diario de Varsovia apunta que,
tampoco dicen cómo se supone que el Gobierno va a pagar la deuda en la que ha incurrido en los últimos años para poder mantener el generoso sistema de beneficios sociales. La idea de que sólo sean los ricos los que paguen la crisis es una idea políticamente correcta, pero no desde el punto de vista económico. En todos los países, los ricos son sólo un pequeño grupo de personas. El presupuesto estatal se basa en los contribuyentes con sueldos medios, que son los que soportan más los costes de la crisis. La crisis de la deuda europea en realidad es una crisis del modelo del Estado de bienestar europeo.
“Europa en huelga y Alemania observa”, sentencia el diario Tageszeitung (TAZ). Mientras que “millones de empleados están en huelga para protestar contra las consecuencias de la política de crisis de la Unión Europea, los compañeros del Estado que ha salido ganador de la crisis les envían un saludo solidario”, ironiza el diario alternativo. Porque en Alemania, se han criticado a los sindicatos por no haber movilizado lo suficiente a la población. En opinión de TAZ, que recuerda una expresión pronunciada por Angela Merkel para designar a una persona o a un país ahorrador, incluso avaro, el motivo de esta indiferencia relativa es que
La crisis aún no ha llegado a las cabezas ni a las carteras. Muchos empleados piensan que a Europa del Sur no le vendría mal un poco de mentalidad de ama de casa suaba.