El Frankfurter Allgemeine Zeitung en absoluto aprueba el acuerdo, principalmente por las numerosas “ventajas sociales” que prevé, como el salario mínimo de 8,50 euros o la edad de jubilación, llevado de los 67 a los 63 años, y que los socialdemócratas han podido imponer a la canciller Angela Merkel. Para el diario conservador se trata de una "gran papilla" que "se cuece desde hace mucho tiempo" y que resulta "fácil de digerir para el SPD".
Una gran coalición siempre tiene un gran corazón. Esa es la razón por la que el pueblo la prefiere a las pequeñas coaliciones. Desde este punto de vista, esta tercera gran coalición [en la historia de la RFA] no quiere decepcionar a los alemanes. Cada uno de los tres partidos ha dado muestra de generosidad con los más desfavorecidos. El resultado es un pacto que vierte el cuerno de la abundancia de las ventajas sociales sobre el país. Del salario mínimo a la pensión para las madres [28 euros más al mes y por hijo a partir de 2014] pasando por la doble nacionalidad, hay para todo el mundo. [Pero] numerosos alemanes sentirán los costes ocultos de estas bendiciones, incluso aunque caiga sobre las generaciones futuras.
Die Welt muestra su indignación por las mismas razones: "esta coalición no tiene idea alguna sobre sí misma y de lo que puede exigir a este país", se alarma de esta manera el diario, para el que Alemania no sirve ya como modelo a Europa, engordando su propio Estado social:
Este contrato de coalición desprende un estatismo narcisista y post-heroico. La libertad de acción puesta en marcha por el excanciller [socialdemócrata] Gerhard Schröeder para que prosperara la economía nacional y para luchar contra el paro masivo ha sido sistemáticamente borrada. La señal enviada a Europa es catastrófica. Predicamos la austeridad para los países en crisis y engordamos nuestro Estado del Bienestar, ya bien sólido, en lugar de ponerlo a dieta. Alemania ya no puede servir de ejemplo a Europa.
“El nuevo Gobierno ignora la crisis en Europa”, lamenta también Wolfgang Münchau en Spiegel Online. El editorialista critica que en relación a la unión bancaria únicamente se produzcan pequeños cambios sobre el pacto:
No cambiar la política de crisis significa que no vamos a progresar en uno de los campos más importantes de la política económica. Una verdadera unión bancaria con un fondo común europeo para la disolución de bancos y una garantía común para los ahorros sería una gran contribución para salir de la crisis. Más importante aún sería una política de anulación rápida de la deuda. Con esta gran coalición, el SPD y Angela Merkel cometen el error histórico de únicamente retrasar la quiebra.
Die Tageszeitung, por su parte, subraya que Angela Merkel se ha impuesto en el tema de los impuestos, que no subirán para los más ricos, tal y como habían exigido los socialdemócratas; y en el de la crisis del euro. En cambio, el diario de izquierda acoge de buen grado la instauración del salario mínimo:
[Son] las mejores condiciones para los “working poor” [trabajadores pobres]. En todos los ámbitos, incluso aunque sea únicamente a partir de 2017, habrá un salario mínimo de 8,50 euros. Los trabajos precarios estarán mejor regulados. Se ha marcado la pauta: quien trabaja no debe ser explotado, como pasaba antes. [...] Este pacto de coalición es una especie de manual para reparar los tejidos dañados de la sociedad.