“Es crucial para nuestro país, para la vitalidad de nuestra economía, para la salud de nuestra democracia y para la influencia de nuestra nación, que mantengamos una relación justa con Europa”, escribió el primer ministro británico, David Cameron, en una carta abierta publicada en The Sunday Telegraph. El artículo aborda la renegociación de los vínculos que unen al Reino Unido con Europa, y el primer ministro añadía que “no estaba en contra de referendos sobre Europa”. La prensa del Reino Unido aprovechó las citas y The Times se quejó de que
Cameron corre dos riesgos muy importantes al tratar de articular una política de referéndum en este momento. Su habilidad para contestar a preguntar básicas sobre el momento de celebración y el contenido puede que se interprete, a pesar de ser comprensible, como indecisión.
Por su parte, el ex ministro del "gabinete en la sombra" [shadow cabinet] del Partido Laborista, Douglas Alexander, escribió en The Guardian que hablar acerca de un referéndum sobre la UE “es partidista en términos políticos y prematuro", añadiendo que
La verdad es que lo que Gran Bretaña necesita ahora es una estrategia europea efectiva y un referéndum puede que sea una política, pero no puede sustituir a una estrategia.
La portada del Daily Express exige una votación inmediata sobre la salida del Reino Unido de la UE, con un editorial en el que también plantea:
¿Por qué debe Gran Bretaña cargar con la cruz del euro, soportando el peso de una moneda en decadencia y de un régimen inflexible con sede en Bruselas que trata de destruir nuestra soberanía, anular nuestras leyes y chupar el dinero de los contribuyentes británicos como un vampiro ávido de sangre?