“El asesinato de dos periodistas franceses muestra hasta qué punto esta región es peligrosa, a pesar del despliegue de Francia en enero”, recoge el NRC Handelsblad, después de que el Gobierno neerlandés tomase la decisión el 1 de noviembre de enviar a 368 militares y 10 policías a Malí, dentro del marco de la misión de la ONU.
Los soldados neerlandeses tendrán como misión recopilar información sobre las milicias islamistas en la región de Gao (en el noroeste de Malí), con mandato hasta marzo de 2015, según precisa el diario.
Una misión necesaria según el diario, incluso a pesar de desarrollarse en una “zona rebelde” a 5.000 km de los Países Bajos, puesto que puede considerarse como “el patio trasero” de Europa, de ahí “el interés que tiene Europa y, por ende, los Países Bajos en estabilizar la región”. El diario recuerda además el precedente de Srebrenica para pedir que las responsabilidades de la ONU, el ejército francés y los soldados neerlandeses queden perfectamente definidas desde el principio.
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