Según las revelaciones hechas a The Guardian por Edward Snowden, extécnico de la CIA, la Agencia Nacional de Seguridad Norteamericana (NSA) habría puesto una trampa a un banquero suizo en 2007, para reclutarlo y obtener "informaciones bancarias secretas".
Le Temps plantea la cuestión del espionaje del Estado a las instituciones financieras, que "no parece estar identificado por los bancos como un riesgo específico".
Por otra parte, el diario indica que
los servicios secretos suizos, ridiculizados el pasado año por haber dejado a un informático que les sustrajese millones de datos, tienen razón para regodearse ante la desventura que afecta hoy a sus homólogos norteamericanos.