En su primera reunión del Eurogrupo, su nuevo presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, ha cometido un error: en la reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona del 11 de febrero, ha logrado encolerizar a su colega chipriota, informa De Volkskrant. Mientras continúan las negociaciones sobre el plan de ayuda solicitado por Nicosia, Dijsselbloem se ha negado a excluir la opción de que los accionistas y ahorradores de los bancos chipriotas sean obligados a contribuir al rescate. Según el diario,
Varios Estados miembros desean que el sector bancario de la isla contribuya en gran medida al saneamiento de las finanzas estatales para evitar un recurso demasiado importante al fondo de urgencia
De Volkskrant cita a un diplomático chipriota que ha calificado la posición del ministro holandés como "completamente inaceptable", avisando contra una oleada de ahorradores que acudan a retirar sus depósitos (bank run), lo que podría precipitar al sector bancario chipriota hacia la catástrofe.
Por otra parte, el diario añade que Dijsselbloem “no ha querido reaccionar sobre cuestiones referentes a un posible pánico entre los ahorradores chipriotas". El presidente que le precedió en el Eurogrupo, Jean-Claude "Juncker jamás lo habría hecho", añadió el diplomático. El diario concluye que :
El comisario europeo de Asuntos Económicos [Olli] Rehn ha intentado calmar los ánimos, manifestando que "la estabilidad financiera y bancaria" de Chipre es prioritario, pero ha sido en vano.