El sistema fiscal luxemburgués priva a gobiernos de todo el mundo de "miles de millones de euros de ingresos fiscales " a través de acuerdos secretos con miles de multinacionales presentes en el pequeño país europeo, revela Le Monde, que publica una larga investigación llevada a cabo en colaboración con cuarenta medios de comunicación internacionales y el colectivo estadounidense International Consortium of Investigative Journalists.
Llevada a cabo sobre la base de 28.000 páginas de acuerdos secretos entre el Gran Ducado y 340 grandes empresas, como Amazon, Apple, Deutsche Bank e Ikea, la investigación revela que
Estos grupos se ahorran miles de millones de euros cada año a través de la creación de una sociedad holding o de una filial en Luxemburgo con muy poco negocio y empleados. [...] Siempre estratégicas, estas operaciones están diseñadas con un propósito: pagar el impuesto más bajo posible, si ya no obtener una exención total.
Los sistemas tributarios "son legales, pero consideradas dañinos" señala el diario francés, añadiendo que
la Comisión Europea investiga desde junio, las prácticas de un país que ha construido un sistema fiscal adaptado a la medida de estos grandes grupos, derogatorio del derecho común. La Comisión cree que las ventajas concedidas a algunas empresas son potencialmente comparables a ayudas estatales ilegales.
Del mismo modo, Luxemburger Wort indica que las revelaciones llegan "en un momento particularmente difícil" para el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que "ha guiado los asuntos fiscales de Luxemburgo durante dos décadas" como ministro de Hacienda y primer ministro. Con una investigación europea ya en marcha sobre los regímenes fiscales negociados por Amazon y Fiat cuando estaba al frente del Gobierno, Juncker ha respondido a las revelaciones
diciendo que tenía "estas ideas" y que no haría nada para evitar que la investigación de la Comisión "porque me parecería indecente."
Pero el periodista Richard Brooks, para quien el Gran Ducado "debe su estatus como el primer paraíso fiscal en el mundo a su lugar en el corazón de Europa" explica a The Guardian que las investigaciones
se refieren en todo caso a posibles acuerdos beneficiosos para ciertos grupos, mientras que el gran problema es que Luxemburgo ofrece rebajas tributarias mayores para todas las grandes empresas, siempre y cuando tengan suficiente dinero.
En Varsovia Gazeta Wyborcza concluye por su parte que
La investigación "Luxembourg Leaks" revela una serie de "contratos fiscales" luxemburgueses tan importantes que a los contribuyentes europeos les costará tragar con ello. Mucho más porque desde hace algunos años se tienen que apretar el cinturón.