El partido de extrema derecha Jobbik ha ganado las elecciones legislativas parciales en la ciudad de Tapolca el 12 de abril, obteniendo así su primera escaño en el Parlamento. Su candidato, Rig Lajos, consiguió el 35,3% de los votos, por delante del 34,4% que consiguió el candidato del partido del gobierno de Viktor Orbán, el Fidesz. "La estrategia del partido en el poder acaba de ser destruida, y no desde la izquierda, sino desde la derecha", analiza el diario de Budapest Magyar Nemzet. El periódico, cuyo titular en la primera página dice: "El cambio que viene desde la derecha", cree que "hay aires de cambio en el poder". En la disputa por las elecciones legislativas de 2018, el Fidesz se ve desde ya amenazado por un Jobbik que no había hasta entonces superado el 20%. Para este periódico, muy próximo al Fidesz,
aunque la masa crítica del electorado esté descontenta, según recientes sondeos, con el gobierno - tasas sobre Internet, corrupción, acercamiento a Rusia -, esta no confía todavía de forma absoluta en el Jobbik. Pero es necesario reconocer que, mientras que el discurso de la extrema derecha ha tenido cierta repercusión, la derecha que se encuentra en el poder no ha logrado movilizarse.