Los servicios de información de Reino Unido, el MI5, llevaron a cabo unas evaluaciones de riesgo hace ocho años sobre los dos hombres que apuñalaron y mataron a un soldado en el exterior de unos cuarteles del ejército en Londres. En su momento se consideró que se trataba de “personas periféricas” y no se realizó una investigación completa, informa The Guardian.
La policía identificó a la víctima como Lee Rigby , un hombre de 25 años padre de un hijo, que había estado destinado seis meses en Afganistán en 2009.
Los detectives dieron a conocer que uno de los sospechosos es Michael Olumide Adebolajo y registraron dos casas en Londres. A raíz de eso se detuvo a un hombre de 29 años y a una mujer acusados de conspirar para cometer un asesinato, “lo que sugiere que pudo tratarse de un complot a mayor escala”, añade el diario.