"70,3 millones de grabaciones fueron escuchadas [en Francia] del 10 de diciembre de 2012 al 8 de enero de 2013", revela Le Monde, que "se ha procurado una parte de los documentos del exagente" de la NSA Edward Snowden.
El diario francés, que indica que "las comunicaciones telefónicas de los ciudadanos franceses son interceptadas de forma masiva", llama a una reacción:
en el Reino Unido y en Alemania, el descubrimiento de la captación de datos personales por la NSA, así como la implicación de los servicios de inteligencia de estos países, han suscitado un vivo debate. No podemos sino desear que lo mismo ocurra en Francia. Y que la Unión Europea tome parte activa.
El 21 de octubre, el ministro de Asuntos Exteriores Laurent Fabius convocó al embajador norteamericano en París.