El 3 de octubre de 2013, una embarcación que transportaba inmigrantes clandestinos provenientes de Libia se hundió frente a las costas de la isla de Lampedusa (Italia), causando más de 350 muertos, recuerda La Croix. Un año después de la tragedia, “Europa es incapaz de definir su política migratoria”, prosigue el diario:
existe desde luego una « Oficina Europeo de Apoyo al Asilo», basada en Malta, pero esta no disopne de información sobre la reinstalación en el resto de Europa de inmigrantes llegados a Italia. [...] No habiendo comunicado su identidad ni habiendo sido censados por institución alguna, escapan a la regla según la cual todo «inmigrante» detenido por la policía en Europa es devuelto al Estado en el que se registró.
El diario precisa que Suecia se han convertido en “el nuevo Eldorado”, siendo el país que figura a la cabeza de la lista de destinos para los demandantes de asilo.