"Grecia, bajo la dirección de Alexis Tsipras PM podría convertirse en una espina en el costado de la Unión Europea tanto a nivel político como económico", con el líder griego oponiéndose a mayores sanciones de la UE contra Rusia, escribe De Standaard.
El presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, se encontró "en una posición incómoda" cuando el nuevo Gobierno en Atenas anunció ayer por la tarde que no apoya su declaración sobre el conflicto en Ucrania y el ataque a Mariúpol por insurgentes prorrusos, donde al menos 100 civiles murieron el pasado fin de semana. El mismo martes Tusk solicitó a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE proponer nuevas sanciones contra Rusia en la reunión del jueves. El Gobierno griego declaró que Tusk debería haber contactado a Atenas antes de enviar la declaración. Según el diario de Bruselas, Tsipras es "un aliado probable de Putin": la primera persona con la que se reunió después de su nombramiento como primer ministro el lunes era el embajador de Rusia en Grecia.