El martes explotó “una bomba diplomática”, después de que el responsable de fuerzas de seguridad ucranianas declarara que han arrestado a un grupo de “saboteadores” presuntamente enviado por los servicios secretos rusos para atacar a la delegación del Gobierno holandés que visitó Ucrania el 8 de noviembre, escribe De Volkskrant.
Los funcionarios holandeses viajaron a Jarkiv (este de Ucrania) para recoger los cuerpos de cinco pasajero del avión de Malaysian Airlines que fue derribado en julio.
Analizando con prudencia las acusaciones ucranianas, De Volkskrant afirma que
los Países Bajos han vuelto a tomar parte de forma inesperada en el conflicto ruso-ucraniano. En primer lugar, el país fue sorprendido con el derribo del MH17, y ahora La Haya tiene que arreglárselas en la oscuridad de una guerra jugada por otros [...] Si las acusaciones fueran ciertas, esto llevará a la definitiva ruptura con Rusia. Pero si Ucrania fuera responsable, el daño sería por lo menos tan grande como aquel.