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El Gobierno alemán, que se opoen a un proyecto de limitar las emisiones de CO2 en los automóviles, trata de buscar aliados para modificarlo, informa el Süddeutsche Zeitung.
El diario recuerda que Berlín consiguió retrasar el pasado 26 de junio la fecha en que el Consejo Europeo someterá a votación la propuesta.
Alemania pretende proteger así a su industria automovilística, productora de grandes vehículos, que considera que las condiciones para asegurar la transición hacia coches menos contaminantes son son las adecuadas.
Algunos diplomáticos criticaron duramente que se retrasase la votación al respecto, pues según cita el diario, subrayan que “es la primera vez que un compromiso cerrado, negociado entre el Parlamento Europeo, la Comisión y los socios, queda de esta manera en entredicho”.
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