El 1 de septiembre, Alternativ für Deutschland (AfD, extrema derecha) llegó a la cabeza de las elecciones regionales de Turingia, en Alemania. Con un 32,8 % de los votos, consiguió 32 escaños de 88 en el Parlamento regional ubicado en el este del país, superando considerablemente a la Unión Demócrata Cristiana (CDU, derecha), que obtuvo el 23,6 % (23 escaños). El nuevo partido Alianza Sahra Wagenknecht – Por la Razón y la Justicia (BSW, extrema izquierda) quedó en tercer lugar, con un 15,8 % de los votos (15 escaños). En Sajonia, AfD tuvo que ceder el primer lugar a la CDU, pero por poco – con un 30,6 % de los votos (40 escaños de 120) contra un 31,9 % (41 escaños).
Es la primera vez que la extrema derecha alemana gana una elección regional desde la Segunda Guerra Mundial. Si bien, para ciertos observadores, estas elecciones “tan solo” han confirmado una tendencia de fondo observada desde hace años, lo cierto es que los resultados electorales y el ascenso de los partidos extremos marcan una verdadera ruptura con la coalición saliente del estado federado (Die Linke, Socialdemócratas y Verdes), así como una transformación del paisaje político alemán en general. De hecho, se registró una fuerte caída de los partidos del gobierno "semaforo" federal (Socialdemócratas, Liberales y Verdes) en las urnas.
